Durante la gestión de Manuel Jiménez, Santo Domingo Este experimentó una significativa mejora en términos de seguridad. Bajo la coordinación de la Mesa de Seguridad, liderada por Plinio Llaverías, se implementaron políticas efectivas que lograron contener el avance de pandillas y reducir la criminalidad. Esta gestión conjunta entre autoridades municipales y cuerpos policiales transformó al municipio en una de las ciudades más seguras de República Dominicana.
Sin embargo, desde que se produjo un cambio en la administración, los logros alcanzados bajo el liderazgo de Jiménez comienzan a desvanecerse. En los últimos meses, los ciudadanos han sido testigos de un aumento en los asaltos y el retorno de grupos pandilleros que antes habían sido controlados. Además, el crecimiento de la población irregular en áreas críticas del municipio ha exacerbado las preocupaciones de la comunidad.
Aunque el actual alcalde ha intentado proyectar una imagen de que la seguridad sigue siendo prioritaria, los hechos indican que las políticas implementadas durante la gestión de Jiménez no han recibido el mismo seguimiento. La desarticulación de algunos programas de vigilancia y la falta de cohesión en la estrategia de prevención del delito han abierto espacio para que los niveles de inseguridad aumenten nuevamente.
La seguridad de Santo Domingo Este, que fue uno de los principales logros del mandato de Jiménez, enfrenta ahora serios desafíos. Si las autoridades actuales no actúan con rapidez y refuerzan las políticas que en su momento redujeron la criminalidad, el municipio podría perder el control sobre los avances en seguridad, afectando la calidad de vida de sus ciudadanos.
Este retroceso destaca la importancia de una gestión sostenida y coordinada en materia de seguridad, y hace un llamado a las autoridades para que retomen los esfuerzos que alguna vez mantuvieron a Santo Domingo Este como uno de los lugares más seguros del país.